El sistema basado en el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (o HACCP, por sus siglas en inglés) permite identificar peligros específicos y medidas para su control con el fin de garantizar la inocuidad de los alimentos. La aplicación de este sistema no significa desestimar los procedimientos de aseguramiento de la calidad o de las buenas prácticas de fabricación (BPF) ya establecidos, sino que exige la revisión de tales procedimientos como parte de la metodología sistemática previa para la adecuada implementación de este sistema.
Reconociendo la importancia del HACCP para el control de los alimentos, la Comisión del Codex Alimentarius (CCA), lo incorpora en el Código Internacional Recomendado de Prácticas – Principios Generales de Higiene de los Alimentos. El Sistema HACCP y las directrices para su aplicación, aparece como anexo en ese documento.
Los Principios Generales del Codex sobre Higiene de los Alimentos, establecen una sólida base para garantizar un control eficaz de la higiene de los alimentos, ya que abarcan toda la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumidor, resaltando los controles esenciales de higiene en cada etapa y recomendando la aplicación del HACCP en todos los casos posibles, con el fin de mejorar la inocuidad de los alimentos.
Fuente: ACHIPIA
El Sistema de Certificación de seguridad alimentaria (o FSSC, por sus siglas en inglés) es un esquema de certificación completo para sistemas de gestión de seguridad alimentaria basado en las normas existentes ISO 22000, ISO 22003 y especificaciones técnicas para Programas de Prerrequisitos del sector correspondiente (producción de alimentos, fabricación de envases para la industria alimentaria o para el Transporte y Almacenamiento de alimentos).
Aseguran a los clientes que se ha implementado un plan efectivo de seguridad alimentaria y un sistema de gestión, así como ayudar a la prevención de enfermedades y retiro costoso y dañino de productos.
Fuente: AENOR Chile
Un Acuerdo de Producción Limpia (APL) es un convenio celebrado entre un sector empresarial, empresas y los organismos públicos con competencia en las materias del acuerdo, cuyo objetivo es aplicar producción limpia a través de metas y acciones específicas.
El objetivo general de los APL es servir como un instrumento de gestión que permite mejorar las condiciones productivas, ambientales, de higiene y seguridad laboral, de eficiencia energética, de eficiencia en el uso del agua, y otras materias abordadas por el acuerdo, de las empresas de un determinado sector productivo que lo suscriben, buscando generar sinergia y economías de escala en el logro de los objetivos acordados. De igual forma, busca aumentar la eficiencia productiva y mejorar la competitividad.
El SAG, ha participado desde el año 1999 en las mesas técnicas o Comités para la generación de estos Acuerdos. Además, cabe destacar que el Director
Nacional del Servicio es miembro del Consejo Directivo de la Agencia para la Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC).
Fuente: SAG